domingo, 22 de junio de 2008

No al no


No, al no:

Hola a todos, pensarán que he abandonado mi blog, pero no sigue estando en mi y tengo muchos artículos en mente que escribir lo que no me lo permite son las continuas pruebas escolares a lo cual le ha dado atraso a mi libro, y a un nuevo artículo que quiero hacer, llamado “La energía en la seducción” es un pequeño manual donde demuestra como influyen las energías en el proceso de seducción. Va ha ser un período de investigación con lo que tendré que leer unos cuantos libros de yoga y contactar a unos cuantos doctores y poner en práctica todo la teoría en la calle con las chicas.
Bueno vamos al artículo de hoy que lo quise titular no, al no. En estos días he visto como amigos míos son mandados a volar por sus novias quienes a lo mejor vieron más interés en otro chico que la hizo sentir una mujer. Ellos se castigan internamente y se matan a preguntas “porque eso”, “porque lo otro”. Muchas veces se le da toda la culpa a la mujer por diferentes causas.
¿Pero quién es el causante del “no” de una mujer?
Muy simple –nadie-, como ves muchas veces existen en las parejas inconvenientes que la obligan a decir “no”. Pero pongamos un ejemplo diferente:
Un chico que seduce a una muchacha, pero no supo calibrar bien las etapas y se buscó que la mujer lo mandará a volar
¿Por qué paso esto?
No se calibraron bien las etapas de la seducción se apresuró por seducirla y ella noto eso y lo mandó a volar
Otro ejemplo:
Un chico le compra una bebida a cierta muchacha que se encuentra ubicada en un bar, pensando que así podrá estar con ella, por supuesto la fémina lo mandará a volar enseguida que se la compra.
¿Qué paso aquí?
Pensaste que acatando sus decisiones, podrías obtener algo de ella y le subiste su ego demasiado.

Ahora que hacer cuando esto pasa tienes dos opciones:
- Maldecirte por el resto de tu vida por no hacer las cosas bien
- No coger lucha con el “no” y hacer las cosas bien para la próxima vez
Si estas en tu sano juicio supondrás que la más indicada es la segunda opción, a la mujer que te mande a volar porque hiciste algo más no la vuelvas a mirar y salta para la otra para que ella vea como tu precisamente no te mueres por su “no”.


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